Para conseguir legalizar la conexión a red de una instalación fotovoltaica se deberá presentar toda la documentación correspondiente por parte del cliente, la cuál será solicitada por parte de la empresa instaladora, quien actuará en nombre y representación del cliente como parte encargada de tramitar la solicitud de licencia a través de las entidades pertinentes. Mientras tanto, el cliente por su parte, solicitará un permiso de obra al ayuntamiento del municipio correspondiente.
Con toda la documentación actualizada y verificada, se hará un estudio de viabilidad de la instalación mediante un periodo de un año de facturas eléctricas, en el caso de no disponer de ellas, se hará un estudio aproximativo de los consumos del inmueble, la potencia máxima que se puede instalar está limitada por la potencia máxima BIE de contratación, si se desea una potencia mayor a la permitida, deberás solicitar un nuevo BIE a través de un instalador autorizado, para posteriormente realizar un presupuesto certero para la instalación a ejecutar, acompañado de un cálculo del tiempo de amortización.
Estos trámites acarrearán unos costes mínimos en relación a las dimensiones de la potencia a instalar.
Una vez aprobado el presupuesto por parte del cliente, comenzaran los trabajos.